12 de septiembre de 2009

No es cualquier fruta, es una manzana.

Qué día. Hace mucho que no escribo, se extraña. Este poema es el hipotexto del cuento Sorpresa.
Tengo algunas cosas para recomendar: poemas de Maya Angelou (no hay uno en particular, todos son muy buenos), poemas de Ungaretti (especialmente "Vigilia" y "Mattina") y algunos cuentos de Borges ("El Evangelio según Marcos" se ha convertido en uno de mis preferidos, pero no sé si supera "La casa de Asterión").
Would you hold on to me? I am feeling frail...



Hambre


No llovía
Fue de casualidad, ni siquiera tuvo tiempo de imaginarse la situación.
Los dos,
En el colectivo que iba a Barrancas…
El feriado había vaciado las calles,
Había liberado la atmósfera de la masa cotidiana.
Se respiraba lindo en las veredas, esa tarde

Tenía hambre y sacó la manzana del bolso,
Le convidó en chiste
(nunca pensó que él diría que sí).
Entonces probó la fruta, estaba jugosa
Y se la ofreció a él.
Él, que se relamía los labios esperando ese sabor
Suavemente posó sus dedos sobre los de ella, que sostenían la manzana
Se la llevó a la boca
Y la mordió
Ella sintió el impacto, en su mano
El calor y la fuerza
Se quedó sin aliento
Porque él había comido de su mano
Y a ella le había encantado darle de comer

Un mordisco
Y otro
Y otro
Hay algo tan primario
En alimentarse así,
La boca de él
Encima de donde ella había mordido
Hacía sólo unos segundos
Tan íntimo
Tan delicioso

Y vio
La mandíbula tensa
Devorando,
La garganta fuerte que palpitaba hipnóticamente
Y se imaginó
acercándose despacio
relamiéndose los labios esperando ese sabor
clavándole los dientes
en el cuello
degustando el pulso que latía tiernamente bajo la piel
mordiendo
como él desgarraba la manzana
que ella todavía sostenía.