Su voz era grave y profunda, como plata líquida a la luz de la lunaLas palabras –pensó-
Las palabras crean realidades.
Invisibles, momentáneas, perfectas.
Mentirosas.
¿Cómo regresar al mundo?
¿Cómo despertar del sueño sin querer volver a dormir?
Con la punta del dedo, acarició la tapa del libro.
Punto final,
silencio.
No me dejes -quiso decir-
La página en blanco.
Adiós…