19 de febrero de 2011

Ángel

 
Ángel mío,
no puedo dormir.
Por favor
ayudáme,
que no puedo más.

El silencio me aplasta,
Y lo peor es
no poder decir que
que

Todos están
tan lejos
de noche
-y de día también-

Por más que quieran,
¿quién puede
ayudar?
Si no hay
remedio;
están
tan perdidos
como yo.

Me estoy oxidando,
y dentro de poco
ya no habrá más
movimiento.
Quedaré
atrapada
gritando
y nadie
escucha.

Ángel,
desdobláme,
desgarráme
con uñas
y espada,
vaciáme
de este
Odio,
así aunque sea
en pedazos seré
libre.

Ángel mío,
¿dónde estás?
Ya no sé dónde
buscarte.
Y esa voz
-cómo detesto esa voz-
repitiendo que
no vas a venir.

Por favor,
ayudáme
a no pensar;
atáme las manos
por la espalda,
estoy tan cansada de hacerme
sangrar.

Ángel
Yo
te extraño tanto
volvé
Volvé,
que no puedo dormir.